Proyecto

Esta historia surgió para ser compartida. No tiene otro objetivo que viajar de boca a oreja por mucho tiempo. Todo el que lo dejen.
¿Cómo podemos aconsejar a nuestros adolescentes, sin marcarles el camino? Porque es sabido que si les marcas un camino, emprenderán su marcha en la dirección opuesta. No puedes decirles lo que hay que hacer, ni qué les conviene. Al menos no puedes hacerlo si tienes cierta autoridad sobre ellos, ya que a los suyos no los escuchan. Ellos buscan referentes fuera de su núcleo. No validan a su entorno. Es ley de vida, sin más. 
¿Entonces que podemos hacer para ser escuchados por ellos? Pues sólo se me ocurre una cosa: procurar ser un buen ejemplo. Es lo único que realmente enseña y cala. Ya sea como padres, educadores o desde donde sea que nos desempeñemos en la vida, lo único que servirá será lo que hagamos y no lo que digamos. Sea para bien o para mal. Para buen ejemplo o para mal ejemplo.
Por ello, he querido poner al servicio de mi apostolado personal la escritura, que es un regalo del Señor y fuente de tantas alegrías en mi vida. Y que de ella naciera un personaje, Loli, que pudiera ser ejemplo para los lectores. Que tras identificarse en las problemáticas comunes de la adolescencia, pudieran ver un camino a seguir. Y por qué no, un desafío. Si Loli cambió su vida y logró ser feliz en medio de las adversidades, utilizando la misma estrategia, podrían lograrse frutos semejantes. 
Que El misterio de los cinco misterios llegue a muchos hogares, depende del entorno de nuestros jóvenes. O sea, de nosotros. Regalémoslo, compartámoslo, promovámoslo.
Estamos visitando los grupos de catequesis de primera comunión, poscomunión, etc.para presentar el proyecto y contagiar las ganas de encontrarnos con el Señor.
Si tienes interés de que en el ámbito en el que tú estás, sea presentado el libro, no tienes más que ponerte en contacto con nosotros e intentaremos acudir a la brevedad. 
Gracias por tu colaboración. Y hasta la próxima historia.